Yo – Qué increíble esa edad en la
que nos creíamos eternos...
A - Y ahora el tiempo pasa tan
rápido...
Yo – Pensar que yo entré a la
adolescencia con un disco que me regaló mi nona Elda...
A - ¡Qué cheta tu nona..!
Yo - “Hit sound vol. II”, tenía
temas de los hermanos Gibb, Génesis, Gloria Gaynor...
A - No lo digas en voz alta: delata
tu edad, viejito...
Yo – Mi nona Elda era una mujer
buenísima... no cabía en ella misma de tan generosa...
A - A mí me gustaría viajar en el
tiempo para ver cómo era un día en la vida de mis abuelos...
Yo - ¡Todavía lo extraño a mi
abuelo Pedro! Pasábamos HORAS charlando... ¡PERO HORAS ENTERAS!
A - Yo la extraño mucho a mi abuela
Rosa... mmmnnnhhh!!!!
Yo - ¿Te seco esa lagrimita?
A - Psí...
Yo – Mi abuelo Pedro pronunciaba
mal todas, absolutamente TODAS las palabras... por ejemplo; decía
“ZATO”, y mi abuela lo corregía cien veces: “EXACTO”.
A - Lo hacía a propósito...
Yo – sí, ¡para hacerla renegar!
A - La primavera se siente en el
aire...
Yo – Y en los amaneceres... son
espectaculares; una mezcla de amarillo, rosa y anaranjado que te baña
el espíritu...
A - ¿Te acordás de “HIMNO A MI
CORAZÓN”?
Yo – Cada vez que la escucho en la
radio vuelvo a sentir lo mismo que aquella noche...
A - Yo también... Besame como
aquella vez...
Yo – Mejor que aquella vez...
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