Abril
otoñal de Semana Santa
Yo- Si hay algo que me gusta de tus tíos, es el calorcito de la
familia que transmiten... ¿no te parece?
A- Se respira calor de hogar...
Yo- “La famiglia unitta”... ¡Son bien gringos!
A- Sí. Gritan, hacen caras, te hacen fiesta por todo lo que
contás... ¡tienen mil gestos!
Yo- Sí, ¡ja, ja! Todo les emociona, ¡qué lindo!
A- Me siento identificada... Yo soy básica como ellos... Me encantan
esas cosas de los pueblos...
Yo- ¡Y cómo comimos! Es un culto a la cocina de las abuelas... Yo
pensé que ya no existían los ravioles caseros-caseros...
A- Sí, todo pasa alrededor de la mesa... el mantel floreado es la
base de la vida...
Yo- Y la novela no falta... También hay una novela paralela: La vida
del pueblo...
A- Ésa es la más picante... La siesta es ideal para el café con
chismes...
Yo- Es un grupo de whats app de los de antes...
A- ¡Ja, ja, sí!
Yo- ¡Qué lindo atardecer! ¿Hay algo más lindo que viajar por la
ruta cuando cae el sol?
A- Supongo que no...
Yo- Se siente la paz del momento en los poros...
A- En el alma...
Yo- Si yo tuviera que definirte, diría que sos una divina...
A- ¿Divina?
Yo- No; “UNA divina”, que no es lo mismo...
A- Vos me ves así..
Yo- Mirá, el mundo se divide en dos: la gente divina y la gente
no-divina... y vos estás en el primer grupo...
A- Ah, sí, claro...
Yo- Pensá en toda la gente que conocemos y vas a ver que todos son:
divinos, o no divinos... no hay una tercera opción...
A- ¿Y qué tiene que tener alguien para ser una “divina”?
Yo- Ser así, ¿me entendés? Así... sonriente como este
atardecer...
A- Mirá vos... Bueno... Gracias...
Yo- Estaba pensando... ¿Por qué el Coyote come su comida recostado?
Todos los perros comen parados, pero él se recuesta de costado para
comer... ¿Se cree un emperador romano?
A- ¡Ja, ja! Coyote es la reencarnación de Julio César...
Yo- Es la decadencia del Imperio romano...
A- ¡Es un divino!
Yo- No, él está en el segundo grupo...